Hola 2021!


El año que pasó fue muy sorprendente para todos. A nosotros particularmente como familia nos agarraró a pocos días de habernos mudado de país. Cuando estábamos tomando el avión con destino New Jersey el coronavirus parecía ser algo lejano, pero aun así vimos algunas personas muy "ridículas" (en ese momento) viajando con barbijo.

Despidiéndonos de Argentina

Aterrizamos en el aeropuerto de Nueva York y ahí comenzó esta nueva aventura. Cuarta mudanza internacional en 9 años. Ni yo me lo creo. 2 niños nacidos en el exterior, cada uno en un país distinto. Este ultimo tiempo ha sido tan desafiante. La necesidad de ser flexible, pero a la vez de ser estable para mis hijos, adaptarme, reinventarme. Encontrarme una vez mas frente a un destino desconocido e incierto. 

Nuestra primera parada fue el hotel, donde nuestra permanencia seria temporal, hasta encontrar una casa. Claro, fue ahí cuando el coronavirus hizo de las suyas y el mundo quedó en suspenso. 

 
Nuestra salida al super antes de la cuarentena



Como el resto de la humanidad, haciendo mil y una actividades con niños encerrados

Cómo encontraríamos una casa en medio de una pandemia? Yo diría que fue un milagro. El mercado estaba super parado, no había casas en alquiler, nuestra mudanza ni siquiera había salido de Bs As. Un día chequeando la App de casas, vimos que habían subido una nueva. Sin esperar a nuestro agente fuimos a verla. No es que nos enamoró, como siempre digo: es viejita, pero con encanto. Eso fue suficiente. Ubicada en un lindo barrio, familiar, cerca del trabajo de mi esposo y de la escuela pública a la que queríamos mandar a Pedro. Dijimos que la queríamos. Parecía que todo avanzaba, pero un día nos llaman y nos informan que el dueño la quería vender. Boom. Todo de nuevo a cero. Yo ya no tenia expectativas ni esperanzas, para serles sincera. Pero mi esposo sí. El repetía una y otra vez que la oferta de venta se les iba a pinchar, y que la única opción segura en medio de esta situación era que nos la alquilen a nosotros. Mantuvo la fe, le preguntaba frecuentemente al agente si la casa se había vendido. La respuesta era: todavía no. Destellos de esperanza para nosotros. Le pedimos a Dios que nos diera esa casa para alquilar, que de verdad pensábamos que era para nosotros. Un día sucedió esa llamada: la oferta de venta fue muy baja, el dueño no la acepto; todavía la quieren alquilar?

Imagínense mi cara al ver que mi esposo estuvo en lo cierto desde el primer momento. Bueno, finalmente nos informaron esa misma semana que nuestra mudanza ya estaba en camino al puerto de NY. Nos mudábamos a nuestra casa permanente la semana siguiente.

Nuestra mudanza llega finalmente 

A los que más les costo adaptarse esta vez fue a los nenes. Vivimos encerrados literalmente 2 meses y medio en un hotel, en pleno pico de pandemia, en invierno. Llegamos a una casa grande, con parque, con libertad para moverse. Pero no se despegaban un segundo de mí. Si subía un piso, se desesperaban. No salían solos afuera a jugar. Era demasiada libertad. Pronto llegaron los días lindos, empezamos a salir, disfrutar el exterior. Armamos una huerta, que Pedro iba a ver metódicamente cada mañana al despertarse. 



El jardín tiene una vista lindísima y en verano pudimos hacer nuestra propia huerta familiar 

Empezamos a poner linda la casa, mi esposo tuvo que armar una oficina en una de las habitaciones, porque como la mayoría de los que trabajan en oficinas, empezó a trabajar desde casa. 

Pasado el verano, llegó el momento en que Pedro teniaque empezar el colegio. Esto me generaba mucho miedo y ansiedad. Pedro no hablaba nada de inglés, tantos meses de encierro, protocolos como barbijo, distanciamiento social, otra cultura y empezar el colegio primario. Decidimos que empiece de forma virtual, a pesar de que la escuela ofrecía la modalidad presencial. Después de dos meses haciendo escuela en casa, empezó a ir a la escuela. Se adaptó super bien, a pesar de algunos ajustes al principio. 

Pedro en su primer día de clases, en casa y con mama pesada que quiere fotos

Fueron meses intensos, en todo sentido. Estar cerca de la ciudad de Nueva York permitió que fuéramos varias veces a pasear. También disfrutamos de los cambios de estación, tan notorios en esta zona. En el invierno hace frio y nieva, en primavera todo brota y florece de una manera increíble, en verano el verde intenso y el calor con la humedad altísima me recordaron a Bs As y en otoño los arboles rojos y amarillos son un espectáculo.



Nuestra casa en otoño e invierno

Pasear por el barrio es un deleite: las casas de maqueta, los jardines inmaculados, la tranquilidad. La gente pueblerina que saluda, está atenta a los niños que juegan en las calles, los vecinos que preguntan si necesitas algo.

Y ahora vamos a la parte no tan linda: el 2020 año se hizo largo. No recibir visitas como acostumbramos cuando vivimos en el exterior, no poder viajar (se que mucha gente lo hizo, pero nos parecía demasiado estrés innecesario) hizo que el tiempo se hiciera de chicle. Será que estoy mas grande (o vieja), pero esta vez nos costó más despegarnos de nuestra amada Argentina.

Pero acá estoy, acá estamos. Vivos, sanos, con más bendiciones de las que podemos contar. Y volví a este querido blog. Este 2021 me gustaría escribir más, poder volcar más contenido acá, y que no se pierda en la fugacidad de las redes sociales. 

Así que: hola! Bienvenidos, otra vez.

Con todo mi corazón,

Anto

4 comentarios:

  1. Hola Anto qué lindo leerte! te sigo desde hace mucho y me encanta lo que compartis, siento que podríamos ser amigas si nos encontráramos! El año pasado fue durísimo, yo viviendo a 230 km de Rosario no pude ver a mi familia en 9 meses (no por no poder ir, sino por no querer exponer a mi mamá a un posible contagio). Esperemos que el 2021 no sea tan duro, que nos permita algunos encuentros, que deje que nuestros hijos vayan a la escuela, en fin... un poco de normalidad.
    El lugar donde están es divino, realmente un sueño!! No se pueden creer las fotos que compartís.
    Un beso grande!
    Silvina.

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    1. Hola Sil! si, esperemos que el 2021 nos traiga un poco de normalidad!!! Es lindo volver al blog, así que me encontraras mas seguido por acá!!!
      besos

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  2. Realizar una mudanza no es algo fácil y más si tienes que hacerlas con tan poca frecuencia. El cambio de vida y la propia planificación de esta puede acabar con la paciencia de cualquiera. Por ello, para poder hacerlo todo más ameno, contar con un par de carretillas de mano o sube escaleras es lo mejor para poder redistribuir los bultos más pesados a tu gusto.

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